La clave es un símbolo usado en notación
musical, cuya función es asociar las notas musicales con las líneas o
espacios del pentagrama. Una clave asocia una nota en concreto con una línea
del pentagrama, de manera que a las notas siguientes les corresponderán los
espacios y líneas adyacentes.
Existen tres símbolos distintos para representar a las
distintas claves, la clave de sol, la clave de fa y la clave
de do, que llevan el nombre de la nota que designan a la segunda línea de los
pentagramas. Es obligatoria su colocación al principio de cada pauta, pero
puede cambiarse durante el transcurso de la obra en cualquier momento, si se
requiere.
La clave del sol
El símbolo usado para representar esta clave se basa en un
espiral parecido a una G, unida a una especie de S. La clave de sol en
la notación musical moderna se coloca en la segunda línea del pentagrama empezando
por la de abajo, y esa colocación se guía por el inicio de la espiral que la
forma. Durante el Barroco se la conocía como clave italiana. También se la
denominaba “clave de violín” (puesto que las partituras para este
instrumento se escriben en esta clave) o “clave de G” (utilizando la notación
musical anglosajona). En inglés se denomina treble clef (‘clave para
agudos’) y a veces “clave francesa”.
Esta clave se encarga de situar al sol4 (sol3 en notación
franco-belga, sol5 el resto de las notas que estén escritas sobre la
partitura se nombran a partir de esa). Es la clave que da la posibilidad de
representar sonidos agudos, de manera que es la que usan los instrumentos con
tesituras más altas. Sobre todo la usan el oboe, la flauta, el violín,
algunos instrumentos de percusión, y la mano derecha del piano (a
diferencia de la mano izquierda, que lee usualmente en clave de fa). En la
música vocal, tanto la voz soprano como la contralto están
escritas en esta clave si bien, en sus orígenes, esto no era así ya que cada
una tenía una clave propia. La clave de soles la más usada en la
actualidad.
Durante el siglo XVII y el siglo XVIII, era
costumbre escribir la música para violín o flauta, sobre todo la publicada en Francia,
en una clave de sol en la primera línea, ya que daba la posibilidad de
representar en el pentagrama sonidos un poco más agudos.
La clave de fa
La clave de fa no se ha representado con dos
símbolos distintos, aunque uno de ellos en la actualidad está en dado. Ambos
símbolos provenían de una versión estilizada de la letra F, que en la notación
musical anglosajona simboliza a la nota fa. Esta clave sitúa a la nota fa3 (fa2 según
la notación franco-belga, fa4 según la notación de Riemann y F3 en
notación científica americana) sobre el pentagrama, y tiene dos posiciones
distintas sobre el mismo, o bien sobre la tercera línea, o bien sobre la cuarta
línea. Su situación sobre una o sobre otra línea lo marcan dos pequeños puntos,
uno encima del otro, que se colocan a la derecha de la clave y delimitando la
línea a la que se refiere.
La clave de fa que se sitúa en la cuarta línea del
pentagrama, se denomina clave de fa en cuarta y hace más tiempo se
denominaba también clave de bajo, ya que para la música vocal la partitura
de los bajos estaba escrita en esta clave. Es la clave en uso que permite escribir
sobre el pentagrama sonidos más graves. En la actualidad, la usan sobre todo
los bajos de la cuerda frotada, como el violonchelo y el contrabajo,
y los instrumentos más graves de la familia del viento metal, como por ejemplo
la tuba o el trombón y las de madera, como el fagot y en algunos casos, el contrafagot.
También usada en percusión (redoblante, timbales, platillos, bombo, caja,
etc). También se usa para la mano izquierda del piano, que da sonidos más
graves que la mano derecha, que se escribe en clave de sol.
La clave de fa que se sitúa en la tercera línea
del pentagrama se denomina clave de fa en tercera. Se utilizaba como
clave de transición para instrumentos de tesituras graves. Una denominación más
antigua era clave de barítono, ya que en la música vocal, las partituras
escritas para estos cantantes se escribían en esta clave. Se usa muy poco, o
casi nada.
En alguna ocasión se ha usado la clave de fa situada
en la quinta línea del pentagrama, como el caso del compositor Heinrich
Schütz, pero en la actualidad no se utiliza. Daría el mismo nombre a las notas
que la clave de sol en segunda línea, pero la tesitura sería dos octavas más
grave. Es la clave que proporciona la tesitura más grave de todas las posibles
combinaciones de claves en el pentagrama.
La clave del do
El símbolo que representa a la clave de do, está
formada por dos C al revés, una encima de la otra. Esto es porque en la
notación anglosajona, la C representa a la notado, y además se encarga de
asignar a las líneas del pentagrama la nota do4 (do3 en notación
franco-belga, do5 en notación de Riemann y C4 en notación
científica americana), también denominado Do central. Esta clave tiene
cuatro posiciones posibles, en la primera línea, en la segunda, en la tercera o
en la cuarta, aunque las más utilizadas son las que se sitúan sobre la tercera
o cuarta línea. Como generalidad, se usa para representar sonidos medios.
La clave de do que se sitúa sobre la tercera línea
del pentagrama, se denomina clave de do en tercera o clave de contralto,
debido a que la música para contraltos se solía representar en esta clave. Se
usa para la música para violas, a veces para trombones y para
música vocal antigua.
La clave de do situada sobre la cuarta línea del
pentagrama, se denomina clave de do en cuarta o clave de tenor.
Esto se debe a que la música para tenor solía representarse en esta clave. Se
usa para el fagot, como clave de transición para algunas notas agudas del violonchelo y
para representar notas agudas del trombón. En ocasiones se puede ver todavía
en partituras de música vocal antigua.y también se usa para la trompeta y la
marimba
La clave de do que se representa en la primera
línea del pentagrama, siempre empezando a contar por abajo, se llama clave de do en
primera o clave de soprano. En la actualidad no se utiliza, pero en otros
tiempos se usaba sobre todo para representar la parte de soprano en las
partituras vocales. Ahora se puede encontrar en textos antiguos, para algún
fragmento cantado por sopranos.
La clave de do situada en la segunda línea del
pentagrama, se denomina clave de do en segunda, o también clave de mezzosoprano,
debido a que se usaba esta clave para representar la música de las cantantes
mezzosoprano. Apenas se usa, excepto para algunos fragmentos para evitar añadir
muchas líneas adicionales en la música para mezzosoprano.