domingo, 20 de noviembre de 2011

Pentagrama: Las Alteraciones (parte 2)


El Becuadro: Un becuadro () es un símbolo musical que se escribe a la izquierda de una nota para "cancelar" el efecto de un sostenido () o un bemol (). Sin la presencia del becuadro, tanto el sostenido como el bemol modifican (dentro de un mismo compás) todas las notas que se encuentren a su derecha en la misma línea o el mismo espacio.
En la notación primitiva del canto llano, la letra 'b' representaba la nota si, que era la única cuya entonación era variable, pues podía entonarse "baja" o "alta". Para representar la entonación "baja" se escribía la letra 'b' con su forma redonda, lo que dio lugar posteriormente al símbolo del bemol y al nombre alemán 'B' para la nota Si(). Para representar la entonación "alta" se escribía la letra 'b' con forma cuadrada, lo que evolucionó al símbolo del becuadro y del sostenido.
El becuadro es una de las alteraciones o símbolos que modifican la altura de las notas. Como alteración propia se coloca normalmente en los cambios de armadura cuando ésta pasa de más a menos bemoles, de más a menos sostenidos, de bemoles a sostenidos o de sostenidos a bemoles. En estos casos los becuadros cancelan las alteraciones propias de la armadura anterior, que no tengan efecto en la nueva.
Como alteración accidental, tiene el uso ya mencionado de cancelar el efecto de una alteración previa sobre la misma nota, ya sea propia (de la armadura) o accidental, y dentro del mismo compás. Sin embargo, es muy frecuente el uso del becuadro "de cortesía", que no es estrictamente necesario según la regla convencional, pero que juega un importante papel en la facilidad de lectura de la notación musical. El becuadro de cortesía se coloca a la izquierda de una nota que ha sido alterada en un compás anterior --cuyo efecto, por tanto, ha cesado-- para hacer recordar al lector que la entonación de esta nota es natural. También es necesario colocar un becuadro cuando la misma nota ha sido alterada en otra octava, para enfatizar la entonación natural, no alterada, de la nota en la octava presente.


El doble sostenido: es una alteración accidental que dobla el efecto del sostenido . Cuando el doble sostenido se coloca delante de una nota, ésta sube su altura un tono entero (dos semitonos), en vez de subir un semitono como ocurre con el sostenido solo.
Por ejemplo, si se pone un sostenido a la izquierda de un re, se debe ejecutar un re sostenido. Y si se pone un doble sostenido a la izquierda de un re, se debe ejecutar un mí. El doble sostenido se utiliza exclusivamente cuando al principio de cada pentagrama de una obra musical ya hay una armadura de clave (que hace que los sostenidos no se tengan que poner como alteraciones accidentales, sino que están fijos).
Por ejemplo, si la armadura de clave es de sol mayor (o sea que tiene un solo sostenido, ubicado en el fa) y el compositor necesita alterar el fa sostenido (el cual por definición ya esta alterado) entonces el compositor le agrega un doble sostenido inmediatamente a la izquierda del fa (la nota a súper alterar). El ejecutante al ver esa nota debe tocar el sol natural.
Por medio del doble sostenido siempre se pueden conseguir dos enarmonías de cada nota. Las únicas notas que no se pueden conseguir mediante los dobles sostenidos son el sol sostenido y el la bemol.
En la Edad Media, este símbolo se utilizaba como un simple sostenido, ya que el doble sostenido no existía. Ya en el Renacimiento dejó de significar un sostenido, aunque a veces, para simbolizar el doble sostenido se ponía tanto dos  como dos doble sostenido. Cuando se estandarizaron los símbolos en el siglo XVII, se ponía un  como un sostenido, y un doble sostenido como ♯♯ ya que el doble sostenido doble sostenido se consideraba una forma ruda de alterar la nota y se podría confundir con una tachadura. Hasta aproximadamente finales de siglo XVII, se utilizaban dos  para denotar un doble sostenido, pero el doble sostenido (doble sostenido) fue paulatinamente entrando con compositores de la talla de Pachelbel, Bach o Telemann. Posteriormente, fue ampliamente usado en tonalidades de muchos sostenidos. Cabe advertir que, al igual que el doble becuadro, los sostenidos y bemoles dobles, por ilógicos, resultan irrelevantes en su uso moderno. Sin embargo, sigue siendo utilizada en armonía y en muchas composiciones.


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