El Laboratorio de Aplicaciones Bioacústicas (LAB) de la Universidad Politécnica de Catalunya (UPC) ha desarrollado un sistema equipado con hidrófonos que registra en tiempo real y a través de internet los sonidos del fondo marino y ayudan a identificar la presencia de cetáceos y la contaminación acústica provocada por el hombre.
El sistema, que analiza cómo los ruidos producidos por la actividad humana pueden afectar al hábitat natural de los cetáceos y el equilibrio de los océanos, es un primer paso para la elaboración en España de una legislación contra este tipo de contaminación y ajustarse así a la nueva directiva europea del mar que todos los países comunitarios han de cumplir.
En 2007, el LAB inició el proyecto Listening to The Deep Ocean Enviroment (Escuchando el entorno del profundo océano) para evaluar cómo los ruidos artificiales (transporte marítimo, pesca, construcciones, maniobras militares, entre otras) influyen en la calidad de vida de los cetáceos, les provocan enfermedades e incluso la muerte, han informado hoy los responsables del proyecto por medio de una nota de prensa.
Ahora el LAB, dirigido por Michel André, ha desarrollado algoritmos que interpretan estos sonidos de forma automatizada, los clasifican -si son biológico o antropogénicos- e identifican la especies de cetáceos que hay en el área, un sistema que permite un ahorro considerable de tiempo y de recursos.
Esta tecnología evita que el flujo continuo de datos acústicos sin analizar sature los discos duros de los centros de investigación.
Las señales acústicas y el resultado del análisis se pueden escuchar y visualizar en directo a través de una web accesible para la comunidad científica internacional y aficionados (http://listentothedeep.com).
Los expertos indican que el ruido se ha convertido en la amenaza más importante para el equilibrio del medio marino, ya que el oído es vital para los cetáceos, que lo utilizan para buscar presas, orientarse, emigrar o relacionarse entre ellos
La red de 13 hidrófonos está instalada en más de una decena de plataformas submarinas ubicadas por todo el planeta.
Hasta ahora se había relacionado el aumento de los varados masivos de ballenas, cachalotes y otros cetáceos en las playas por el incremento de ruido producido por la pesca y otra actividades humanas, y gracias a este sistema se podrá establecer protocolos de actuación para reducir daños.
El LAB ha redactado un manual de buenas prácticas para la gestión de la contaminación acústica en el mar, por encargo del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino.
En los próximos años el tráfico marítimo en la cuenca mediterránea aumentará notablemente para mitigar la contaminación atmosférica derivada del transporte de mercancías por carretera.
La LAB tiene previsto desarrollar tecnologías de alarma instaladas en diferentes apoyos, boyas autónomas o robots submarinos, que avisen de la aproximación de los cetáceos en áreas de nivel elevados de ruido y pongan en funcionamiento los protocolos de actuación.
El LAB centra, en particular, el estudio de la contaminación acústica en los cetáceos porque estos mamíferos marinos están en la parte más alta de la cadena alimentaria y sus actividades dependen del intercambio de información, y son considerados bioindicadores del equilibrio acústico.
La plataforma LIDO, que registra los ruidos submarinos de diferentes puntos de Europa y de Norateamérica, está abierta a la comunidad científica internacional.
El LAB ha cerrado una acuerdo con Japón para instalar la tecnología en 17 plataformas destinadas a la detección de riesgos de terremotos en el archipiélago asiático. EFE
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