viernes, 25 de noviembre de 2011

Instrumentos Musicales


Un instrumento musical es un objeto compuesto por la combinación de uno o más sistemas resonantes y los medios para su vibración, construido con el fin de reproducir sonido en uno o más tonos que puedan ser combinados por un intérprete para producir música. Al final, cualquier cosa que produzca sonido puede servir de instrumento musical, pero la expresión se reserva, generalmente, a aquellos objetos que tienen ese propósito específico.

El cuerpo humano, generando sonidos por medio de las vías aéreas superiores vocales y percusivos, fue, probablemente, el primer instrumento. Sachs y otros han especulado sobre la capacidad del Homo habilis de agregar sonidos de modo idiofónico a impulsos de expresión emocional motriz como la danza, empleando diversos medios como piedras, troncos huecos, brazaletes, conchas y dientes de animales.
Excavaciones arqueológicas y demás han encontrado aerófonos de filo (flautas) de hueso de treinta mil años de antigüedad. Resulta evidente que algunos aerófonos producen sonido por la acción natural del viento (sobre cañas de bambú), ofreciendo el fenómeno sonoro al observador casual. Asimismo, otros aerófonos como los cuernos de animales, por el volumen de los sonidos producidos, pudieron ser y fueron empleados como instrumentos de señales sonoras para la caza. La gran cantidad de instrumentos musicales de viento, cuerda y percusión encontrados en excavaciones arqueológicas de todas las grandes civilizaciones antiguas y la extensa documentación pictórica y literaria coinciden con la gran importancia que la música ha tenido siempre para el ser humano. En tiempos del Egipto ptolemaico, el ingeniero Ctesibio de Alejandría desarrolló el órgano hidráulico o hydraulis, destinado a producir melodías con gran volumen sonoro, que podía ser empleado en funciones circenses al aire libre.

Existen muchas divisiones alternativas y subdivisiones de instrumentos. Generalmente, al estudiar los instrumentos musicales es frecuente encontrarse con la clásica división de los instrumentos en tres familias: viento, cuerda y percusión. Sin embargo, debido a que esta clasificación está orientada a los instrumentos de la orquesta sinfónica, adolece de ciertas restricciones y defectos. Debido a ello, algunos musicólogos sencillamente amplían esta clasificación añadiendo hasta tres categorías adicionales: voz, teclados y electrónicos. Sin embargo, en 1914 los músicos Curt Sachs y Erich Hornboste idearon un nuevo método de clasificación que, atendiendo a las propiedades físicas de cada instrumento, pretendía ser capaz de englobar a todos los existentes. Una tercera clasificación, muy seguida en el este de Asia, clasifica los instrumentos atendiendo a sus materiales de construcción: metal, madera, barro, cuero, entre otros.
Pero si se busca una clasificación más sencilla, se puede escoger por viento, cuerda y percusión.
Viento: saxofón, flauta, clarinete, etc.
Cuerda: guitarra, arpa, violín, piano, etc.
Percusión: timbal, tambor, platillos, etc.
(Recordemos que el piano es de cuerda percutida)

Clasificación de Sachs y Hornbostel
Artículo principal: Hornbostel-Sachs
Erich von Hornbostel y Curt Sachs publicaron en 1914 una clasificación de los instrumentos musicales en su trabajo Zeitschrift für Ethnologie que es ampliamente seguida en la actualidad.
Establecieron cuatro clases o categorías principales de instrumentos musicales (a la que añadieron una quinta posteriormente), que a su vez se dividen en grupos y subgrupos, según el modo de generación del sonido:

Idiófonos
Son aquellos instrumentos en los que el sonido procede de un cuerpo sólido y es generado por vibración del instrumento mismo mediante percusión, frotación o pulsación, como en el caso de las claves, xilófono, campana.
Membranófonos
Los membranófonos son aquéllos en los cuales el sonido es generado por la vibración de una membrana por percusión o frotación, como es el caso del timbal, tambor, conga.
Aerófonos
Son los llamados instrumentos de viento, donde el sonido es generado por la vibración del aire, a causa del roce con una lengüeta, labios o cuerdas vocales, como es en el caso de la flauta, trompeta, saxo.
Cordófonos
Son los llamados instrumentos de cuerda, donde el sonido es generado por la vibración de una cuerda mediante percusión, frotación o pinzamiento, como en el caso del arpa, guitarra, violín, piano.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Pentagrama: Las Alteraciones (parte 2)


El Becuadro: Un becuadro () es un símbolo musical que se escribe a la izquierda de una nota para "cancelar" el efecto de un sostenido () o un bemol (). Sin la presencia del becuadro, tanto el sostenido como el bemol modifican (dentro de un mismo compás) todas las notas que se encuentren a su derecha en la misma línea o el mismo espacio.
En la notación primitiva del canto llano, la letra 'b' representaba la nota si, que era la única cuya entonación era variable, pues podía entonarse "baja" o "alta". Para representar la entonación "baja" se escribía la letra 'b' con su forma redonda, lo que dio lugar posteriormente al símbolo del bemol y al nombre alemán 'B' para la nota Si(). Para representar la entonación "alta" se escribía la letra 'b' con forma cuadrada, lo que evolucionó al símbolo del becuadro y del sostenido.
El becuadro es una de las alteraciones o símbolos que modifican la altura de las notas. Como alteración propia se coloca normalmente en los cambios de armadura cuando ésta pasa de más a menos bemoles, de más a menos sostenidos, de bemoles a sostenidos o de sostenidos a bemoles. En estos casos los becuadros cancelan las alteraciones propias de la armadura anterior, que no tengan efecto en la nueva.
Como alteración accidental, tiene el uso ya mencionado de cancelar el efecto de una alteración previa sobre la misma nota, ya sea propia (de la armadura) o accidental, y dentro del mismo compás. Sin embargo, es muy frecuente el uso del becuadro "de cortesía", que no es estrictamente necesario según la regla convencional, pero que juega un importante papel en la facilidad de lectura de la notación musical. El becuadro de cortesía se coloca a la izquierda de una nota que ha sido alterada en un compás anterior --cuyo efecto, por tanto, ha cesado-- para hacer recordar al lector que la entonación de esta nota es natural. También es necesario colocar un becuadro cuando la misma nota ha sido alterada en otra octava, para enfatizar la entonación natural, no alterada, de la nota en la octava presente.


El doble sostenido: es una alteración accidental que dobla el efecto del sostenido . Cuando el doble sostenido se coloca delante de una nota, ésta sube su altura un tono entero (dos semitonos), en vez de subir un semitono como ocurre con el sostenido solo.
Por ejemplo, si se pone un sostenido a la izquierda de un re, se debe ejecutar un re sostenido. Y si se pone un doble sostenido a la izquierda de un re, se debe ejecutar un mí. El doble sostenido se utiliza exclusivamente cuando al principio de cada pentagrama de una obra musical ya hay una armadura de clave (que hace que los sostenidos no se tengan que poner como alteraciones accidentales, sino que están fijos).
Por ejemplo, si la armadura de clave es de sol mayor (o sea que tiene un solo sostenido, ubicado en el fa) y el compositor necesita alterar el fa sostenido (el cual por definición ya esta alterado) entonces el compositor le agrega un doble sostenido inmediatamente a la izquierda del fa (la nota a súper alterar). El ejecutante al ver esa nota debe tocar el sol natural.
Por medio del doble sostenido siempre se pueden conseguir dos enarmonías de cada nota. Las únicas notas que no se pueden conseguir mediante los dobles sostenidos son el sol sostenido y el la bemol.
En la Edad Media, este símbolo se utilizaba como un simple sostenido, ya que el doble sostenido no existía. Ya en el Renacimiento dejó de significar un sostenido, aunque a veces, para simbolizar el doble sostenido se ponía tanto dos  como dos doble sostenido. Cuando se estandarizaron los símbolos en el siglo XVII, se ponía un  como un sostenido, y un doble sostenido como ♯♯ ya que el doble sostenido doble sostenido se consideraba una forma ruda de alterar la nota y se podría confundir con una tachadura. Hasta aproximadamente finales de siglo XVII, se utilizaban dos  para denotar un doble sostenido, pero el doble sostenido (doble sostenido) fue paulatinamente entrando con compositores de la talla de Pachelbel, Bach o Telemann. Posteriormente, fue ampliamente usado en tonalidades de muchos sostenidos. Cabe advertir que, al igual que el doble becuadro, los sostenidos y bemoles dobles, por ilógicos, resultan irrelevantes en su uso moderno. Sin embargo, sigue siendo utilizada en armonía y en muchas composiciones.


viernes, 11 de noviembre de 2011

Pentagrama: Las Alteraciones (parte 1)


En el ámbito de la música, las alteraciones son los signos que modifican la entonación (o altura) de los sonidos naturales y alterados. Las alteraciones más utilizadas son el sostenido, el bemol y el becuadro.

El Bemol: En el ámbito de la notación musical, el bemol () es una alteración que se escribe antes de una nota para que disminuya un semitono. También se puede utilizar el doble bemol en partituras que tienen muchas alteraciones.
Si el bemol se encuentra directamente en la armadura de clave, alterará a todas las notas que se encuentren en su misma línea o espacio del pentagrama y también a las mismas notas que se encuentren en otras octavas más graves o más agudas.
El orden de los bemoles en la armadura es: Si, Mi, La, Re, Sol, Do, Fa, el cual es el inverso del orden de los sostenidos.
Si aparece un becuadro a la izquierda de una nota, ésta ya no es alterada por el bemol de la armadura. Tampoco serán alteradas por ese bemol todas las notas del mismo nombre que se encuentren a la derecha del becuadro, no importa en que octava se encuentren. Pero esta cancelación del efecto alterador del bemol de armadura sólo tiene efecto hasta la próxima barra de compás (a la derecha del becuadro).
Si antes de llegar a la barra de compás de la derecha apareciera un sostenido a la izquierda de una nota, puede afectar a la nota (y a otras notas del mismo nombre, sin importar la octava en que se encuentren) durante el resto del compás.

El Sostenido: El sostenido () o sostenuto (#) es uno de los símbolos musicales llamados alteraciones. Su efecto es el de elevar en un semitono (medio tono) la altura de la nota inmediatamente a la derecha y, salvo la aparición de alguna otra alteración, es aplicable durante todo el compás.
Dado que la distancia entre dos notas consecutivas puede ser de un semitono, la alteración de una nota mediante un sostenido produce una enarmonía o equivalencia respecto a las alturas de esta nota y otra superior. Así, la nota si sostenido es enarmónicamente equivalente a do natural. Para más información debe consultarse el artículo "Enarmonía".
Existe también en la música contemporánea el "medio sostenido" (que sólo sube la altura medio semitono, o sea 50 cents); también el "tres cuartos de sostenido" (que sube la altura tres cuartos de semitono, o 75 cents).
En la armadura el orden de los sostenidos es este: FA, DO, SOL, RE, LA, MI, SI.


domingo, 6 de noviembre de 2011

Pentagrama: Los Silencios


Silencio es el signo que se utiliza en música para medir la duración de una pausa. Cada figura musical tiene su silencio, y el valor de éste está en correspondencia con la que representa. Se puede considerar que el silencio es una nota que no se ejecuta. El silencio tiene dos funciones: La primera es separar las frases musicales, y la segunda es dar tiempo de descanso al intérprete.

Silencio de Redonda: Su silencio asociado es una barra horizontal que «cuelga» de la cuarta línea del pentagrama.
Silencio de Blanca: La blanca, como todas las figuras musicales, tiene un silencio de su mismo valor. El mismo consiste en un guión grueso adherido por encima a la tercera línea del pentagrama.
Silencio de Negra: Su silencio equivalente es el silencio de negra que significa que durante un tiempo no se hace sonido.
Silencio de Corchea: Silencio de corchea, que indica un silencio de la duración de una corchea.
Silencio de Semicorchea: el silencio de Semicorchea vale un cuarto.
Silencio de Fusa: su silencio equivale a 1/32 del tiempo.
Silencio de Semifusa:  su silencio equivale a 1/64 del tiempo.



domingo, 30 de octubre de 2011

Pentagrama: Las claves


La clave es un símbolo usado en notación musical, cuya función es asociar las notas musicales con las líneas o espacios del pentagrama. Una clave asocia una nota en concreto con una línea del pentagrama, de manera que a las notas siguientes les corresponderán los espacios y líneas adyacentes.
Existen tres símbolos distintos para representar a las distintas claves, la clave de sol, la clave de fa y la clave de do, que llevan el nombre de la nota que designan a la segunda línea de los pentagramas. Es obligatoria su colocación al principio de cada pauta, pero puede cambiarse durante el transcurso de la obra en cualquier momento, si se requiere.

La clave del sol

El símbolo usado para representar esta clave se basa en un espiral parecido a una G, unida a una especie de S. La clave de sol en la notación musical moderna se coloca en la segunda línea del pentagrama empezando por la de abajo, y esa colocación se guía por el inicio de la espiral que la forma. Durante el Barroco se la conocía como clave italiana. También se la denominaba “clave de violín” (puesto que las partituras para este instrumento se escriben en esta clave) o “clave de G” (utilizando la notación musical anglosajona). En inglés se denomina treble clef (‘clave para agudos’) y a veces “clave francesa”.

Esta clave se encarga de situar al sol4 (sol3 en notación franco-belga, sol5 el resto de las notas que estén escritas sobre la partitura se nombran a partir de esa). Es la clave que da la posibilidad de representar sonidos agudos, de manera que es la que usan los instrumentos con tesituras más altas. Sobre todo la usan el oboe, la flauta, el violín, algunos instrumentos de percusión, y la mano derecha del piano (a diferencia de la mano izquierda, que lee usualmente en clave de fa). En la música vocal, tanto la voz soprano como la contralto están escritas en esta clave si bien, en sus orígenes, esto no era así ya que cada una tenía una clave propia. La clave de soles la más usada en la actualidad.
Durante el siglo XVII y el siglo XVIII, era costumbre escribir la música para violín o flauta, sobre todo la publicada en Francia, en una clave de sol en la primera línea, ya que daba la posibilidad de representar en el pentagrama sonidos un poco más agudos.


La clave de fa

La clave de fa no se ha representado con dos símbolos distintos, aunque uno de ellos en la actualidad está en dado. Ambos símbolos provenían de una versión estilizada de la letra F, que en la notación musical anglosajona simboliza a la nota fa. Esta clave sitúa a la nota fa3 (fa2 según la notación franco-belga, fa4 según la notación de Riemann y F3 en notación científica americana) sobre el pentagrama, y tiene dos posiciones distintas sobre el mismo, o bien sobre la tercera línea, o bien sobre la cuarta línea. Su situación sobre una o sobre otra línea lo marcan dos pequeños puntos, uno encima del otro, que se colocan a la derecha de la clave y delimitando la línea a la que se refiere.

La clave de fa que se sitúa en la cuarta línea del pentagrama, se denomina clave de fa en cuarta y hace más tiempo se denominaba también clave de bajo, ya que para la música vocal la partitura de los bajos estaba escrita en esta clave. Es la clave en uso que permite escribir sobre el pentagrama sonidos más graves. En la actualidad, la usan sobre todo los bajos de la cuerda frotada, como el violonchelo y el contrabajo, y los instrumentos más graves de la familia del viento metal, como por ejemplo la tuba o el trombón y las de madera, como  el fagot y en algunos casos, el contrafagot. También usada en percusión (redoblante, timbales, platillos, bombo, caja, etc). También se usa para la mano izquierda del piano, que da sonidos más graves que la mano derecha, que se escribe en clave de sol.

La clave de fa que se sitúa en la tercera línea del pentagrama se denomina clave de fa en tercera. Se utilizaba como clave de transición para instrumentos de tesituras graves. Una denominación más antigua era clave de barítono, ya que en la música vocal, las partituras escritas para estos cantantes se escribían en esta clave. Se usa muy poco, o casi nada.

En alguna ocasión se ha usado la clave de fa situada en la quinta línea del pentagrama, como el caso del compositor Heinrich Schütz, pero en la actualidad no se utiliza. Daría el mismo nombre a las notas que la clave de sol en segunda línea, pero la tesitura sería dos octavas más grave. Es la clave que proporciona la tesitura más grave de todas las posibles combinaciones de claves en el pentagrama.


La clave del do

El símbolo que representa a la clave de do, está formada por dos C al revés, una encima de la otra. Esto es porque en la notación anglosajona, la C representa a la notado, y además se encarga de asignar a las líneas del pentagrama la nota do4 (do3 en notación franco-belga, do5 en notación de Riemann y C4 en notación científica americana), también denominado Do central. Esta clave tiene cuatro posiciones posibles, en la primera línea, en la segunda, en la tercera o en la cuarta, aunque las más utilizadas son las que se sitúan sobre la tercera o cuarta línea. Como generalidad, se usa para representar sonidos medios.
La clave de do que se sitúa sobre la tercera línea del pentagrama, se denomina clave de do en tercera o clave de contralto, debido a que la música para contraltos se solía representar en esta clave. Se usa para la música para violas, a veces para trombones y para música vocal antigua.
La clave de do situada sobre la cuarta línea del pentagrama, se denomina clave de do en cuarta o clave de tenor. Esto se debe a que la música para tenor solía representarse en esta clave. Se usa para el fagot, como clave de transición para algunas notas agudas del violonchelo y para representar notas agudas del trombón. En ocasiones se puede ver todavía en partituras de música vocal antigua.y también se usa para la trompeta y la marimba
La clave de do que se representa en la primera línea del pentagrama, siempre empezando a contar por abajo, se llama clave de do en primera o clave de soprano. En la actualidad no se utiliza, pero en otros tiempos se usaba sobre todo para representar la parte de soprano en las partituras vocales. Ahora se puede encontrar en textos antiguos, para algún fragmento cantado por sopranos.
La clave de do situada en la segunda línea del pentagrama, se denomina clave de do en segunda, o también clave de mezzosoprano, debido a que se usaba esta clave para representar la música de las cantantes mezzosoprano. Apenas se usa, excepto para algunos fragmentos para evitar añadir muchas líneas adicionales en la música para mezzosoprano.



miércoles, 19 de octubre de 2011

Pentagrama: Las figuras (parte 2)


Una corchea es una figura musical que equivale a 1/8 del valor de la figura redonda..
La corchea se dibuja como un pequeño óvalo relleno (la cabeza de la nota), con una línea recta vertical dirigida hacia arriba o hacia abajo, llamada plica, con un solo rabillo (ver Figura 1). La longitud de la plica debe ser exactamente de una octava. Un símbolo relacionado es el silencio de corchea, que indica un silencio de la duración de una corchea.
Como todas las notas con plicas, la regla general es que cuando el óvalo que indica la altura de la corchea se encuentra debajo de la línea central del pentagrama, la plica se dibuja a la derecha del óvalo y apuntando hacia arriba. Y cuando el óvalo se encuentra encima de la línea central del pentagrama, la plica se dibuja a la izquierda del óvalo y apuntando hacia abajo.
Los rabillos siempre deben ir del lado derecho de la plica, curvos hacia la derecha. Cuando la plica apunta hacia arriba, el rabillo comienza en la punta superior y se curva hacia abajo; cuando la plica apunta hacia abajo, el rabillo comienza desde la punta inferior y se curva hacia arriba.
Cuando varias corcheas (o semicorcheas, fusas, semifusas) están cerca una de la otra, y se encuentran dentro de la misma unidad de pulso, las plicas se conectan con una línea gruesa más o menos horizontal (según la dirección general de las notas a unir)

La semicorchea es una figura musical que equivale a 1/16 del valor de la figura redonda. También equivale a dos notas fusas
Cuando varias semicorcheas están cerca una de la otra, y se encuentran dentro del mismo compás, las plicas se unen con barras horizontales o inclinadas (como se observa en la figura 2).
En la música coral, las figuras se escriben en forma separada, indicando las sílabas que deben ser cantadas.

La fusa es una figura musical que equivale a 1/32 del valor de la figura redonda y a dos figuras semifusas.
Como en el caso de otras notas con plicas, cuando varias fusas están cerca una de la otra, y se encuentran dentro del mismo compás, sus tres plicas se unen, convirtiéndose en tres barras horizontales, inclinadas o esta se combina con 3 líneas.
En la música coral las figuras se escriben en forma separada, indicando las sílabas a ser cantadas.

Semifusa es la figura musical que equivale a 1/64 del valor de la figura redonda. También equivale a dos notas garrapateas (aunque estas no son muy usadas en la música actual).
Se grafica con cuatro corchetes. Como en el caso de otras notas con corchetes, cuando varias semifusas están cerca una de la otra, y se encuentran dentro del mismo compás, los cuatro corchetes se unen, convirtiéndose en cuatro barras horizontales o inclinadas.
En la música coral no es frecuente separar las semifusas, dada su brevedad.


sábado, 15 de octubre de 2011

Petagrama: Las figuras (parte 1)


En el ámbito de la música, una figura (también llamada «nota») es un signo que representa gráficamente la duración de un sonido determinado. Cuando aparece situada en un pentagrama con clave establecida, determina también la altura del sonido.
Las figuras más utilizadas son siete y se denominan de la siguiente forma: redonda, blanca, negra, corchea, semicorchea, fusa y semifusa.

Redonda: Una redonda es una figura musical equivalente a cuatro pulsos de negra. Dado un tiempo largo de negra = 60 su duración es de 4 segundos. En una métrica de 4/4 esta figura dura todo un compás. Se representa como un óvalo blanco, como el de una blanca, pero sin barra vertical. En un compás binario (2/4; 3/4; 4/4; etc.), la redonda equivale a cuatro tiempos. La mayoría de las otras notas parten de la nota redonda; la nota blanca dura la mitad de lo que dura una redonda, la nota negra dura un cuarto, etc. Una nota cuadrada dura el doble que una redonda. Su silencio asociado es una barra horizontal que «cuelga» de la cuarta línea del pentagrama.
Esta figura suele ser empleada en orquestación para pedales armónicos.

Blanca: Una blanca es una figura musical que equivale a 2 del valor de la figura (negra) (nota)|redonda]], a 2 negras, 4 corcheas, 8 semicorcheas, etc. La blanca, como todas las figuras musicales, tiene un silencio de su mismo valor. El mismo consiste en un guion grueso adherido por encima a la tercera línea del pentagrama.
La blanca indica una duración dos veces más larga que una negra o dos veces más corta que una redonda. Si se le añade un puntillo dura su duración habitual más la mitad de esa duración: siendo su duración habitual 4 corcheas, pasa a durar 6 (4 + 2); siendo su duración habitual 2 negras, pasa a durar 3 (2 + 1).
En un compás 2/4, la blanca equivale a dos tiempos (dos negras), en un compás 2/2 equivale a un tiempo y en un compás 2/1 equivale a medio tiempo. Se usa en los pentagramas normalmente, como todas las demás notas, con un valor relativo; la nota que le sigue de mayor valor es la redonda, la cual equivale a cuatro negras, y a la redonda le sigue la cuadrada la cual equivale a ocho negras. Esta última apenas se utiliza.
La blanca no se suele utilizar en compases de subdivisión ternaria.

Negra: La negra es una figura musical usada para indicar un sonido con una duración de un tiempo. Corresponde a la cuarta parte de una redonda y a dos corcheas. La negra es un óvalo oscurecido (de ahí su nombre), de la que sale una línea recta vertical (plica), sin ningún adorno. Su silencio equivalente es el silencio de negra que significa que durante un tiempo no se hace sonido.


sábado, 8 de octubre de 2011

Elementos de la Musica


La organización coherente de los sonidos y los silencios (según una forma de percepción) nos da los parámetros fundamentales de la música, que son la melodía, la armonía y el ritmo. La manera en la que se definen y aplican estos principios, varían de una cultura a otra (también hay variaciones temporales).
  • La melodía es un conjunto de sonidos —concebidos dentro de un ámbito sonoro particular— que suenan sucesivamente uno después de otro (concepción horizontal), y que se percibe con identidad y sentido propio. También los silencios forman parte de la estructura de la melodía, poniendo pausas al "discurso melódico". El resultado es como una frase bien construida semántica y gramaticalmente. Es discutible —en este sentido— si una secuencia dodecafónica podría ser considerada una melodía o no. Cuando hay dos o más melodías simultáneas se denomina contrapunto.
  • La armonía, bajo una concepción vertical de la sonoridad, y cuya unidad básica es el acorde, regula la concordancia entre sonidos que suenan simultáneamente y su enlace con sonidos vecinos.
  • La métrica, se refiere a la pauta de repetición a intervalos regulares, y en ciertas ocasiones irregulares, de sonidos fuertes o débiles y silencios en una composición.
  • El ritmo, es el resultado final de los elementos anteriores, a veces con variaciones muy notorias, pero en una muy general apreciación se trata de la capacidad de generar contraste en la música, esto es provocado por las diferentes dinámicas, timbres, texturas y sonidos.
Otros parámetros de la música son: la forma musical, la textura musical y la instrumentación.

Pentagrama

En el sistema de notación musical utilizado comúnmente en los países occidentales, el pentagrama es el lugar donde se escriben las notas y todos los demás signos musicales. Tiene cinco líneas y cuatro espacios, que se enumeran de abajo hacia arriba. Las líneas son horizontales, rectas y equidistantes.
La música se escribe por medio de signos que se colocan en el pentagrama. Los signos principales son:
  • Las figuras como representación de la nota musical: cada una de ellas indica duración de sonido y, situada específicamente en una de las líneas o de los espacios, corresponde a un tono musical determinado. La invención del pentagrama resolvió los problemas de representación gráfica del mismo. Cada vez que la melodía supera el ámbito de nueve tonos que cubre el pentagrama, se utilizan espacios y líneas adicionales, que se dibujan tanto encima como bajo el pentagrama, según sea necesario.
  • Las claves.
  • Los silencios.
  • Las alteraciones.
Aparte de las notas, en el pentagrama se ubica al principio la clave, los modificadores que indican la tonalidad usada (armadura), el compás y el carácter (afectuoso, marcial, etc.).

El sonido en la musica


El sonido, en combinación con el silencio, es la materia prima de la música. En música los sonidos se califican en categorías como: largos y cortos, fuertes y débiles, agudos y graves, agradables y desagradables. El sonido ha estado siempre presente en la vida cotidiana del hombre. A lo largo de la historia el ser humano ha inventado una serie de reglas para ordenarlo hasta construir algún tipo de lenguaje musical.

La música es el arte de organizar sensible y lógicamente una combinación coherente de sonidos y silencios utilizando los principios fundamentales de la melodía, la armonía y el ritmo, mediante la intervención de complejos procesos psico-anímicos. El concepto de música ha ido evolucionando desde su origen en la antigua Grecia, en que se reunía sin distinción a la poesía, la música y la danza como arte unitario. Desde hace varias décadas se ha vuelto más compleja la definición de qué es y qué no es la música, ya que destacados compositores, en el marco de diversas experiencias artísticas fronterizas, han realizado obras que, si bien podrían considerarse musicales, expanden los límites de la definición de este arte.
La música, como toda manifestación artística, es un producto cultural. El fin de este arte es suscitar una experiencia estética en el oyente, y expresar sentimientos, circunstancias, pensamientos o ideas. La música es un estímulo que afecta el campo perceptivo del individuo; así, el flujo sonoro puede cumplir con variadas funciones (entretenimiento, comunicación, ambientación, etc.).

Las definiciones parten desde el seno de las culturas, y así, el sentido de las expresiones musicales se ve afectado por cuestiones psicológicas, sociales, culturales e históricas. De esta forma, surgen múltiples y diversas definiciones que pueden ser válidas en el momento de expresar qué se entiende por música. Ninguna, sin embargo, puede ser considerada como perfecta o absoluta.
Una definición bastante amplia determina que música es sonoridad organizada (según una formulación perceptible, coherente y significativa). Esta definición parte de que —en aquello a lo que consensualmente se puede denominar "música"— se pueden percibir ciertos patrones del "flujo sonoro" en función de cómo las propiedades del sonido son aprendidas y procesadas por los humanos (hay incluso quienes consideran que también por los animales).
Hoy en día es frecuente trabajar con un concepto de música basado en tres atributos esenciales: que utiliza sonidos, que es un producto humano (y en este sentido, artificial) y que predomina la función estética. Si tomáramos en cuenta solo los dos primeros elementos de la definición, nada diferenciaría a la música del lenguaje. En cuanto a la función "estética", se trata de un punto bastante discutible; así, por ejemplo, un "jingle" publicitario no deja de ser música por cumplir una función no estética (tratar de vender una mercancía). Por otra parte, hablar de una función "estética" presupone una idea de la música (y del arte en general) que funciona en forma autónoma, ajena al funcionamiento de la sociedad, tal como la vemos en la teoría del arte del filósofo Immanuel Kant.
Jean-Jacques Rousseau, autor de las voces musicales en L'Encyclopédie de Diderot, después recogidas en su Dictionnaire de la Musique,la definió como "Arte de combinar los sonidos de una manera agradable al oído".
Según el compositor Claude Debussy, la música es "un total de fuerzas dispersas expresadas en un proceso sonoro que incluye: el instrumento, el instrumentista, el creador y su obra, un medio propagador y un sistema receptor".
La definición más habitual en los manuales de música se parece bastante a esta: "la música es el arte del bien combinar los sonidos en el tiempo". Esta definición no se detiene a explicar lo que es el arte, y presupone que hay combinaciones "bien hechas" y otras que no lo son, lo que es por lo menos discutible.
Algunos eruditos han definido y estudiado a la música como un conjunto de tonos ordenados de manera horizontal (melodía) y vertical (armonía). Este orden o estructura que debe tener un grupo de sonidos para ser llamados música está, por ejemplo, presente en las aseveraciones del filósofo Alemán Goethe cuando la comparaba con la arquitectura, definiendo metafóricamente a la arquitectura como "música congelada". La mayoría de los estudiosos coincide en el aspecto de la estructura, es decir, en el hecho de que la música implica una organización; pero algunos teóricos modernos difieren en que el resultado deba ser placentero o agradable.

sábado, 24 de septiembre de 2011

Fuentes del Sonido y Resonancia


El sonido es un tipo de ondas mecánicas longitudinales producidas por variaciones de presión del medio. Estas variaciones de presión (captadas por el oído humano) producen en el cerebro la percepción del sonido.

Existen en la naturaleza sonidos generados por diferentes fuentes de sonido y sus características de frecuencia (altura), intensidad (fuerza), forma de la onda (timbre) y envolvente (modulación) los hacen diferentes e inconfundibles, por ejemplo, el suave correr del agua por un grifo tiene las mismas características en frecuencia, timbre y envolvente que el ensordecedor correr del agua en las cataratas del Iguazú, con sus aproximadamente 100 metros de altura de caída libre, pero la intensidad (siempre medida en decibelios a un metro de distancia de la zona de choque) es mucho mayor.

De los requisitos apuntados, el de la envolvente es el más significativo, puesto que es "la variación de la intensidad durante un tiempo, generalmente el inicial, considerado", el ejemplo de la diferencia de envolventes es la clara percepción que tenemos cuando algún instrumento de cuerda raspada (violín, violoncelo) son ejecutados "normalmente" con el arco raspando las cuerdas o cuando son pulsados (pizzicato); mientras que en el primer caso el sonido tiene aproximadamente la misma intensidad durante toda su ejecución, en el segundo caso el sonido parte con una intensidad máxima (la cuerda tensa soltada por el músico) atenuándose rápidamente con el transcurso del tiempo y de una manera exponencial, de manera que la oscilación siguiente a la anterior sigue una ley de variación descendente. Entre los instrumentos que exhiben una envolvente constante tenemos primordialmente el órgano de tubos (y sus copias electrónicas), el saxofón (también de aire, como el órgano) y aquellos instrumentos que, no siendo de envolvente fija, pueden fácilmente controlar esta función, como la flauta(dulce y armónica), la tuba, el clarinete y las trompetas, pífano y silbatos, bocinas de medios de transportes (instrumentos de advertencia); entre los instrumentos de declinación exponencial tenemos todos los de percusión que forman las "baterías": bombos, platillos, redoblantes, tumbadoras (en este ramo debemos destacar los platillos, con un tiempo largo de declinación que puede ser cortado violentamente por el músico) mediante un pedal.

Sonidos del habla
Las lenguas humanas usan segmentos homogéneos reconocibles de unas decenas de milisegundos de duración, que componen los sonidos del habla, técnicamente llamados fonos.Lingüísticamente no todas las diferencias acústicas son relevantes, por ejemplo las mujeres y los niños tienen en general tonos más agudos, por lo que todos los sonidos que producen tienen en promedio una frecuencia fundamental y unos armónicos más altos e intensos.
Los hablantes competentes de una lengua aprenden a "clasificar" diferentes sonidos cualitativamente similares en clases de equivalencia de rasgos relevantes. Esas clases de equivalencia reconocidas por los hablantes son los constructos mentales que llamamos fonemas. La mayoría de lenguas naturales tiene unas pocas decenas de fonemas distintivos, a pesar de que las variaciones acústicas de los fonos y sonidos son enormes.


Resonancia
Es el fenómeno que se produce cuando los cuerpos vibran con la misma frecuencia, uno de los cuales se puso a vibrar al recibir las frecuencias del otro. Para entender el fenómeno de la resonancia existe un ejemplo muy sencillo, Supóngase que se tiene un tubo con agua y muy cerca de él (sin éstos en contacto) tenemos un diapasón, si golpeamos el diapasón con un metal, mientras echan agua en el tubo, cuando el agua alcance determinada altura el sonido será más fuerte; esto se debe a que la columna de agua contenida en el tubo se pone a vibrar con la misma frecuencia que la que tiene el diapasón, lo que evidencia por qué las frecuencias se refuerzan y en consecuencia aumenta la intensidad del sonido. Un ejemplo es el efecto de afinar las cuerdas de la guitarra, puesto que al afinar, lo que se hace es igualar las frecuencias, es decir poner en resonancia el sonido de las cuerdas.

sábado, 17 de septiembre de 2011

La voz humana


La voz humana se produce por la vibración de las cuerdas vocales, lo cual genera una onda sonora que es combinación de varias frecuencias y sus correspondientes armónicos. La cavidad buco-nasal sirve para crear ondas cuasiestacionarias por lo que ciertas frecuencias denominadas formantes. Cada segmento de sonido del habla viene caracterizado por un cierto espectro de frecuencias o distribución de la energía sonora en las diferentes frecuencias. El oído humano es capaz de identificar diferentes formantes de dicho sonido y percibir cada sonido con formantes diferentes como cualitativamente diferentes, eso es lo que permite por ejemplo distinguir dos vocales. Típicamente el primer formante, el de frecuencia más baja está relacionado con la abertura de la vocal que en última instancia está relacionada con la frecuencia de las ondas estacionarias que vibran verticalmente en la cavidad. El segundo formante está relacionado con la vibración en la dirección horizontal y está relacionado con si la vocal es anterior, central o posterior.
La voz masculina tiene un tono fundamental de entre 100 y 200 Hz, mientras que la voz femenina es más aguda, típicamente está entre 150 y 300 Hz. Las voces infantiles son aún más agudas. Sin el filtrado por resonancia que produce la cavidad buco nasal nuestras emisiones sonoras no tendrían la claridad necesaria para ser audibles. Ese proceso de filtrado es precisamente lo que permite generar los diversos formantes de cada unidad segmental del habla.


sábado, 10 de septiembre de 2011

La Naturaleza del Sonido (parte 6)


Ponderación A y Efectos del Ruido
Desde luego, lo anterior no responde la pregunta de cuán molesto o perturbador resultará un ruido dado. Es simplemente una escala para la sensación de sonoridad. Varios estudios han enfocado esta cuestión, y existen algunas escalas, como la escala noy que cuantifica la ruidosidad bajo ciertas suposiciones, y por supuesto, en función del contenido de frecuencias del ruido a evaluar.
Podemos apreciar, por lo tanto, que no hay disponible en la actualidad ninguna escala que sea capaz de dar cuenta exitosamente de la molestia que ocasionará un ruido a través de mediciones objetivas, simplemente porque la molestia es una reacción muy personal y dependiente del contexto.
¿Por qué, entonces, ha sobrevivido y se ha vuelto tan popular y difundida la escala de ponderación A?
Es una buena pregunta. La razón principal es que diversos estudios han mostrado una buena correlación entre el nivel sonoro A y el daño auditivo, así como con la interferencia a la palabra. Sin otra información disponible, el nivel sonoro con ponderación A es la mejor medida única disponible para evaluar y justipreciar problemas de ruido y para tomar decisiones en consecuencia. También exhibe una buena correlación, según han revelado diversos estudios, con la disposición de las personas afectadas por contaminación acústica a protestar en distintos niveles.
Es interesante observar que a pesar de que la escala de decibeles A fue originalmente concebida para medir sonidos de bajo nivel, ha demostrado ser más adecuada para medir daño auditivo, resultado de la exposición a ruidos de nivel elevado. Ignoro cómo se descubrió esta relación, pero probablemente se pueda atribuir a la carencia de otros instrumentos de medición, a la suerte accidental, o al uso consciente de todos los tipos de instrumentos disponibles para superar las circunstanciales fronteras del conocimiento.
Con respecto a su utilización en cuestiones legales, por ejemplo en la mayoría de las ordenanzas y leyes sobre ruido, es porque proporciona una medida objetiva del sonido de alguna manera relacionada con efectos deletéreos para la salud y la tranquilidad, así como la interferencia con diversas actividades. No depende en el juicio subjetivo de la policía ni del agresor ni del agredido acústicamente. Cualquiera en posesión del instrumental adecuado puede medirlo y decir si excede o no un dado límite de aceptabilidad legal o reglamentario. Esto es importante, aún cuando no sea la panacea. Probablemente en el futuro irán surgiendo mediciones más perfeccionadas y ajustadas a diferentes situaciones.

domingo, 4 de septiembre de 2011

La Naturaleza del Sonido (parte 5)




Nivel Sonoro con Ponderación A
El nivel de presión sonora tiene la ventaja de ser una medida objetiva y bastante cómoda de la intensidad del sonido, pero tiene la desventaja de que está lejos de representar con precisión lo que realmente se percibe. Esto se debe a que la sensibilidad del oído depende fuertemente de la frecuencia. En efecto, mientras que un sonido de 1 kHz y 0 dB ya es audible, es necesario llegar a los 37 dB para poder escuchar un tono de 100 Hz, y lo mismo es válido para sonidos de más de 16 kHz.
Cuando esta dependencia de la frecuencia de la sensación de sonoridad fue descubierta y medida (por Fletcher y Munson, en 1933, ver gráfica), se pensaba que utilizando una red de filtrado (ponderación de frecuencia) adecuada sería posible medir esa sensación en forma objetiva. Esta red de filtrado tendría que atenuar las bajas y las muy altas frecuencias, dejando las medias casi inalteradas. En otras palabras, tendría que intercalar unos controles de graves y agudos al mínimo antes de realizar la medición.

Curvas de Fletcher y Manson:




Había sin embargo algunas dificultades para implementar tal instrumento o sistema de medición. La primera era que el oído se comporta de diferente manera con respecto a la dependencia de la frecuencia para diferentes niveles físicos del sonido. Por ejemplo, a muy bajos niveles, sólo los sonidos de frecuencias medias son audibles, mientras que a altos niveles, todas las frecuencias se escuchan más o menos con la misma sonoridad. Por lo tanto parecía razonable diseñar tres redes de ponderación de frecuencia correspondientes a niveles de alrededor de 40 dB, 70 dB y 100 dB, llamadas A, B y C respectivamente. La red de ponderación A (también denominada a veces red de compensación A) se aplicaría a los sonidos de bajo nivel, la red B a los de nivel medio y la C a los de nivel elevado (ver figura). El resultado de una medición efectuada con la red de ponderación A se expresa en decibeles A, abreviados dBA o algunas veces dB(A), y análogamente para las otras.

Curvas de ponderacion A,B Y C:



Por supuesto, para completar una medición era necesaria una suerte de recursividad. Primero había que obtener un valor aproximado para decidir cuál de las tres redes había que utilizar, y luego realizar la medición con la ponderación adecuada.




domingo, 28 de agosto de 2011

La Naturaleza del Sonido (parte 4)

Intensidad sonora
¿Por qué algunos sonidos son más intensos que otros? Hay muchas razones, pero la causa principal es atribuible a la amplitud. La amplitud de un sonido es el máximo exceso de presión (o presión sonora) en cada ciclo. En el caso del ruido o de los sonidos aperiódicos, la amplitud puede estar cambiando continuamente. En este caso se acostumbra a obtener algún tipo de promedio. Existen varios enfoques para el análisis de la sonoridad, que pueden hallarse en otro documento que acompaña al presente sobre Niveles sonoros.

Presión Sonora
En primer lugar tenemos la presión atmosférica, es decir la presión del aire ambiental en ausencia de sonido. Se mide en una unidad SI (Sistema Internacional) denominada Pascal (1 Pascal es igual a una fuerza de 1 newton actuando sobre una superficie de 1 metro cuadrado, y se abrevia 1 Pa). Esta presión es de alrededor de 100.000 Pa (el valor normalizado es de 101.325 Pa). Podemos luego definir la presión sonora como la diferencia entre la presión instantánea debida al sonido y la presión atmosférica, y, naturalmente, también se mide en Pa. Sin embargo, la presión sonora tiene en general valores muchísimo menores que el correspondiente a la presión atmosférica. Por ejemplo, los sonidos más intensos que pueden soportarse sin experimentar un dolor auditivo agudo corresponden a unos 20 Pa, mientras que los apenas audibles están cerca de 20 mPa (mPa es la abreviatura de micropascal, es decir una millonésima parte de un pascal). Esta situación es muy similar a las pequeñas ondulaciones que se forman sobre la superficie de una profunda piscina. Otra diferencia importante es que la presión atmosférica cambia muy lentamente, mientras que la presión sonora lo hace muy rápido, alternando entre valores positivos (presión instantánea mayor que la atmosférica) y negativos (presión instantánea menor que la atmosférica) a razón de entre 20 y 20.000 veces por segundo. Esta magnitud se denomina frecuencia y se expresa en ciclos por segundo o hertz (Hz). Para reducir la cantidad de dígitos, las frecuencias mayores que 1.000 Hz se expresan habitualmente en kilohertz (kHz).
Nivel de Presión Sonora
El hecho de que la relación entre la presión sonora del sonido más intenso (cuando la sensación de sonido pasa a ser de dolor auditivo) y la del sonido más débil sea de alrededor de 1.000.000 ha llevado a adoptar una escala comprimida denominada escala logarítmica. Llamando Pref (presión de referencia a la presión de un tono apenas audible (es decir 20 mPa) y P a la presión sonora, podemos definir el nivel de presión sonora (NPS) Lp como Lp = 20 log (P / Pref), donde log significa el logaritmo decimal (en base 10). La unidad utilizada para expresar el nivel de presión sonora es el decibel, abreviado dB. El nivel de presión sonora de los sonidos audibles varía entre 0 dB y 120 dB. Los sonidos de más de 120 dB pueden causar daños auditivos inmediatos e irreversibles, además de ser bastante dolorosos para la mayoría de las personas.

domingo, 21 de agosto de 2011

La Naturaleza del Sonido (parte 3)

Espectro
El concepto de espectro es de importancia capital en Acústica. Cuando introdujimos el concepto de frecuencia, dijimos que las ondas periódicas tienen asociada una frecuencia. Sin embargo, esto es sólo parte de la verdad, ya que por lo general dichas ondas contienen varias frecuencias a la vez. Esto se debe a un notable teorema matemático denominado Teorema de Fourier (en honor a su descubridor, el matemático francés Fourier), que afirma que cualquier forma de onda periódica puede descomponerse en una serie de ondas de una forma particular denominada onda senoidal (o senoide, o sinusoide), cada una de las cuales tiene una frecuencia que es múltiplo de la frecuencia de la onda original (frecuencia fundamental). Así, cuando escuchamos un sonido de 100 Hz, realmente estamos escuchando ondas senoidales de frecuencias 100 Hz, 200 Hz, 300 Hz, 400 Hz, 500 Hz, etc. Estas ondas senoidales se denominan armónicos del sonido original, y en muchos instrumentos musicales (como la guitarra) son claramente audibles.
¿Qué sucede con un sonido original cuya forma de onda ya es senoidal? Cuando uno intenta aplicar el teorema de Fourier a una senoide, el resultado es que tiene un solo armónico, de la misma frecuencia que la senoide original, por supuesto. (Nótese que el Teorema de Fourier no dice que todas las formas de ondas deban tener varios armónicos, sino más bien que cualquier forma de onda puede obtenerse por superposición de cierta cantidad de senoides, cantidad que puede reducirse a una sola, que es lo que ocurre con las ondas senoidales.) El hecho de que cada onda senoidal tiene una única frecuencia ha llevado a llamar también tonos puros a las ondas senoidales.
La descripción de las ondas senoidales que componen un sonido dado se denomina espectro del sonido. El espectro es importante debido a varias razones. Primero porque permite una descripción de las ondas sonoras que está íntimamente vinculada con el efecto de diferentes dispositivos y modificadores físicos del sonido. En otras palabras, si se conoce el espectro de un sonido dado, es posible determinar cómo se verá afectado por las propiedades absorbentes de una alfombra, por ejemplo. No puede decirse lo mismo en el caso en que se conozca sólo la forma de onda.

lunes, 15 de agosto de 2011

La Naturaleza del Sonido (parte 2)

Para recorrer una distancia de 345 m el sonido demora 1 s. En el agua el sonido viaja más de 4 veces más rápido que en el aire. Cuando hay gradientes de temperatura (variaciones de temperatura entre dos zonas), tal como sucede entre puntos distantes algunos cientos de metros, o que se encuentran a diferentes alturas, el camino que sigue el sonido es curvilíneo en lugar de recto. Esta es la razón por la cual nuestra percepción se confunde al intentar determinar auditivamente por dónde está pasando un avión.

Ondas periódicas
Introdujimos el concepto de propagación de las ondas mediante una única perturbación en un medio. En realidad, la mayoría de las ondas son el resultado de muchas perturbaciones sucesivas del medio, y no sólo una. Cuando dichas perturbaciones se producen a intervalos regulares y son todas de la misma forma, estamos en presencia de una onda periódica, y el número de perturbaciones por segundo se denomina frecuencia de la onda. Se expresa en Hertz (Hz), es decir ciclos por segundo (un ciclo es todo lo que sucede durante una perturbación completa). En el caso de las ondas sonoras la frecuencia está entre 20 Hz y 20000 Hz. Las ondas acústicas de menos de 20 Hz se denominan infrasonidos, y los de más de 20000 Hz se llaman ultrasonidos. Por lo general, ni unos ni otros son audibles por el ser humano. Algunos animales (por ejemplo el perro) pueden escuchar sonidos de muy baja frecuencia, tales como los creados por las ondas sísmicas durante un terremoto. Por esta razón los animales se muestran inquietos en los instantes previos a los terremotos: pueden escuchar la señal de advertencia que resulta inaudible para el ser humano. En forma similar, algunos animales escuchan ultrasonidos. El murciélago es un caso notable, ya que escucha sonidos de más de 100000 Hz, que le permite orientarse por medio de señales acústicas según el principio del sonar (semejante al conocido radar).

Ondas aperiódicas
Aun cuando muchos sonidos son aproximadamente periódicos, como los sonidos producidos por los instrumentos musicales de altura determinada (guitarra, flauta, piano), la vasta mayoría de los sonidos naturales son aperiódicos, es decir que las sucesivas perturbaciones no se producen a intervalos regulares y no mantienen constante su forma de onda. Esto es lo que técnicamente se denomina ruido. Las ondas aperiódicas en general no producen sensación de altura. Algunos ejemplos son el ruido urbano, las consonantes, el ruido del mar y del mar, y el sonido de muchos instrumentos de percusión tales como los tambores o los platillos.

domingo, 7 de agosto de 2011

La Naturaleza del Sonido (parte 1)

Ondas Sonoras
El sonido es el resultado de una perturbación que se propaga en un medio elástico. Por ejemplo cuando en alguna región del aire se produce una perturbación de presión, por ejemplo en la forma de una compresión, dicha región tiende a expandirse hacia las regiones vecinas. Esto produce a su vez una compresión en dichas regiones, que volverán a expandirse creando una compresión más lejos todavía. Este proceso se desarrolla en forma continua haciendo que la perturbación original se propague a través del aire alcanzando en algún momento la posición que ocupa algún receptor (por ejemplo un micrófono o un oído). El exceso de presión característico de la perturbación descripta se denomina presión sonora.

Este tipo de movimiento en el cual no es el medio en si mismo sino alguna perturbación lo que se desplaza se denomina onda. Existen muchos otros tipos de ondas, tales como las ondas de radio, la luz, la radiación del calor, las ondas sobre la superficie de un lago, los tsunamis, los movimientos sísmicos, etc. Cuando la onda tiene lugar en un medio líquido o gaseoso se denomina onda acústica. Cuando resulta audible, se llama onda sonora.

Una cuestión importante relativa a las ondas es que en las mismas hay algunas características o cualidades que se mantienen prácticamente constantes a lo largo del camino de propagación de las mismas. Entre estas características se encuentra la forma de onda y la energía total (siempre y cuando el medio sea no disipativo).

Las ondas acústicas viajan habitualmente a velocidad constante, que depende del medio y de las condiciones ambientales tales como la temperatura. A temperatura ambiente la velocidad del sonido en el aire es c = 345 m/s .

viernes, 15 de julio de 2011

Mas informacion de los Sonometros

En todos los países, normas nacionales e internacionales clasifican los sonómetros en función de su grado de precisión. Se establecen 4 tipos en función de su grado de precisión. De más a menos:
  • Sonómetro de clase 0: se utiliza en laboratorios para obtener niveles de referencia.
  • Sonómetro de clase 1: permite el trabajo de campo con precisión.
  • Sonómetro de clase 2: permite realizar mediciones generales en los trabajos de campo.
  • Sonómetro de clase 3: es el menos preciso y sólo permite realizar mediciones aproximadas, por lo que sólo se utiliza para realizar reconocimientos.
La norma IEC 61.672 elimina las clases 0 y 3, restando exclusivamente las clases 1 y 2.
La circuitería electrónica permite al sonómetro realizar diversas funciones. Por ejemplo:
  • Los sonómetros suelen disponer de un interruptor etiquetado como Range (rango) que permite elegir un rango dinámico de amplitudes específico, para conseguir una buena relación señal-ruido en la lectura. Por ejemplo, puede haber tres posiciones: 20-80 dB, 50-110 dB o 80-140 dB. De estos intervalos, el más usado es el segundo que va desde el nivel de confort acústico hasta el umbral de dolor. El tercer tipo es el que se utiliza para medir situaciones de contaminación acústica muy degradada. Los sonómetros más modernos y de mejor calidad tienen rangos tan elevados, por ejemplo, 20-140 dB, que se asegura una medida correcta en la mayoría de las ocasiones.
  • En los llamados sonómetros integradores, el interruptor etiquetado como Weighting permite seleccionar la curva de ponderación que va a ser usada:
    • Curva A (dBA). Mide la respuesta del oído, ante un sonido de intensidad baja. Es la más semejante a la percepción logarítmica del oído humano, aunque los estudios de psicoacústica modernos cuestionan esta afirmación. Se utiliza para establecer el nivel de contaminación acústica y el riesgo que sufre el hombre al ser expuesto a la misma. Por ello, es la curva que se utiliza a la hora de legislar
    • curva B (dBB). Su función era medir la respuesta del oído ante intensidades para intensidades medias. Como no tiene demasiadas aplicaciones prácticas es una de las menos utilizadas. Muchos sonómetros no la contemplan
    • curva C (dBC). Mide la respuesta del oído ante sonidos de gran intensidad. Es tanto, o más empleada que la curva A a la hora de medir los niveles de contaminación acústica. También se utiliza para medir los sonidos más graves
    • curva D (dBD). Se utiliza, casi exclusivamente, para estudiar el nivel de ruido generado por los aviones
    • curva U(dBU). Es la curva de más reciente creación y se utiliza para medir ultrasonidos, no audibles por los seres humanos.
  • De igual modo que se permite realizar ponderación en frecuencia, la circuitería electrónica también permite hacer una ponderación en el tiempo (velocidad con que son tomadas las muestras). Existen cuatro posiciones normalizadas:
    • Lento (slow, S): valor (promedio) eficaz de aproximadamente un segundo.
    • Rápido (fast, F): valor (promedio) eficaz por 125 milisegundos. Son más efectivos ante las fluctuaciones.
    • Por Impulso (impulse, I): valor (promedio) eficaz 35 milisegundos. Mide la respuesta del oído humano ante sonidos de corta duración.
    • Por Pico (Peak, P): valor de pico. Muy similar al anterior, pero el intervalo es mucho más corto entre los 50 y los 100 microsegundos. Este valor sirve para evaluar el riesgo de daños en el oído, ante un impulso muy corto pero muy intenso.
Como cualquier otro instrumento, el sonómetro cuenta con una gran gama de accesorios (además de los que les posibilita su propia electrónica):
o        Calibradores acústicos portátiles. Para ajustar los sonómetros se utilizan los calibradores acústicos, aparato que genera un sonido estable a una determinada frecuencia. Se sabe el nivel que debe producir el sonómetro tras la medición, por lo que para ajustar el sonómetro se hace la medición y, si todo está correcto, el nivel ofrecido por el sonómetro será el mismo que se tenía de antemano.
o        Trípodes
o        Pantallas antiviento
o        Extensores
o        Fuentes de alimentación
o        Maletas de transporte
o        Filtros: deben cumplir con la norma EN 61260/ IEC 1260 (1995)


sábado, 9 de julio de 2011

Un sistema permitirá medir la contaminación acústica en el mar por internet

El Laboratorio de Aplicaciones Bioacústicas (LAB) de la Universidad Politécnica de Catalunya (UPC) ha desarrollado un sistema equipado con hidrófonos que registra en tiempo real y a través de internet los sonidos del fondo marino y ayudan a identificar la presencia de cetáceos y la contaminación acústica provocada por el hombre.
El sistema, que analiza cómo los ruidos producidos por la actividad humana pueden afectar al hábitat natural de los cetáceos y el equilibrio de los océanos, es un primer paso para la elaboración en España de una legislación contra este tipo de contaminación y ajustarse así a la nueva directiva europea del mar que todos los países comunitarios han de cumplir.
En 2007, el LAB inició el proyecto Listening to The Deep Ocean Enviroment (Escuchando el entorno del profundo océano) para evaluar cómo los ruidos artificiales (transporte marítimo, pesca, construcciones, maniobras militares, entre otras) influyen en la calidad de vida de los cetáceos, les provocan enfermedades e incluso la muerte, han informado hoy los responsables del proyecto por medio de una nota de prensa.
Ahora el LAB, dirigido por Michel André, ha desarrollado algoritmos que interpretan estos sonidos de forma automatizada, los clasifican -si son biológico o antropogénicos- e identifican la especies de cetáceos que hay en el área, un sistema que permite un ahorro considerable de tiempo y de recursos.
Esta tecnología evita que el flujo continuo de datos acústicos sin analizar sature los discos duros de los centros de investigación.
Las señales acústicas y el resultado del análisis se pueden escuchar y visualizar en directo a través de una web accesible para la comunidad científica internacional y aficionados (http://listentothedeep.com).
Los expertos indican que el ruido se ha convertido en la amenaza más importante para el equilibrio del medio marino, ya que el oído es vital para los cetáceos, que lo utilizan para buscar presas, orientarse, emigrar o relacionarse entre ellos
La red de 13 hidrófonos está instalada en más de una decena de plataformas submarinas ubicadas por todo el planeta.
Hasta ahora se había relacionado el aumento de los varados masivos de ballenas, cachalotes y otros cetáceos en las playas por el incremento de ruido producido por la pesca y otra actividades humanas, y gracias a este sistema se podrá establecer protocolos de actuación para reducir daños.
El LAB ha redactado un manual de buenas prácticas para la gestión de la contaminación acústica en el mar, por encargo del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino.
En los próximos años el tráfico marítimo en la cuenca mediterránea aumentará notablemente para mitigar la contaminación atmosférica derivada del transporte de mercancías por carretera.
La LAB tiene previsto desarrollar tecnologías de alarma instaladas en diferentes apoyos, boyas autónomas o robots submarinos, que avisen de la aproximación de los cetáceos en áreas de nivel elevados de ruido y pongan en funcionamiento los protocolos de actuación.
El LAB centra, en particular, el estudio de la contaminación acústica en los cetáceos porque estos mamíferos marinos están en la parte más alta de la cadena alimentaria y sus actividades dependen del intercambio de información, y son considerados bioindicadores del equilibrio acústico.
La plataforma LIDO, que registra los ruidos submarinos de diferentes puntos de Europa y de Norateamérica, está abierta a la comunidad científica internacional.
El LAB ha cerrado una acuerdo con Japón para instalar la tecnología en 17 plataformas destinadas a la detección de riesgos de terremotos en el archipiélago asiático. EFE